Por Dr. Álvaro Moleón, Directivo de la SEPC
Hoy quiero compartir un artículo reciente publicado en ElCorreo, que aborda un tema de gran relevancia y controversia en el campo de la psiquiatría: las técnicas de neuromodulación. Estos tratamientos, a menudo malentendidos y estigmatizados, han demostrado ser una herramienta invaluable en el tratamiento de trastornos mentales resistentes, como es el caso de la depresión severa.
El artículo titulado “El electroshock me salvó la vida” presenta el testimonio de tres pacientes que han experimentado de primera mano los efectos de la TEC y la EMT. Uno de estos testimonios es el de Francisco Martínez, cuya historia de lucha contra la depresión severa es conmovedora y alentadora. Francisco describe cómo, tras años de sufrimiento y múltiples tratamientos fallidos, la TEC le ofreció una nueva oportunidad para vivir una vida plena. Por otro lado, los testimonios de Rosario y Carlos muestran los resultados positivos en el abordaje de la depresión refractaria y el TOC resistente con el empleo de la Estimulación Magnética Transcraneal.
En mi práctica como psiquiatra y directivo de la Sociedad Española de Psiquiatría Clínica (SEPC), he tenido el privilegio de tratar a pacientes con depresión resistente utilizando ambas terapias. Estos tratamientos, aunque temidos por muchos (incluidos profesionales de la salud mental) debido a su representación en los medios y su historia, han evolucionado significativamente. Hoy en día, la TEC se realiza bajo condiciones controladas y con anestesia general, lo que minimiza los riesgos y aumenta su eficacia, mientras que la EMT es una terapia no invasiva con efectos secundarios mínimos.
Uno de los aspectos que el artículo destaca es la efectividad de estas técnicas de estimulación cerebral en condiciones de alta seguridad. Las terapias no solo han demostrado ser efectivas, sino que también son seguras cuando se aplican correctamente. En la SEPC, nos esforzamos por desmitificar estos tratamientos y proporcionar información basada en evidencia a nuestros pacientes y a la comunidad en general.
Además, el artículo incluye una reflexión personal mía, donde explico que, aunque la TEC se utiliza con menos frecuencia que otros tratamientos, sus beneficios para los pacientes son innegables. Cada vez más, vemos cómo pacientes que han agotado otras opciones de tratamiento encuentran alivio y una mejor calidad de vida gracias a la TEC.
Es fundamental que los profesionales de la salud mental y la sociedad en general comprendan que la TEC no es una técnica del pasado, sino una opción de tratamiento viable y eficaz para muchos pacientes. La historia de Francisco y los otros testimonios son un recordatorio de la importancia de mantener una mente abierta y considerar todas las opciones terapéuticas disponibles.
En conclusión, invito a todos los interesados en la salud mental a leer el artículo completo en “El Correo” y a informarse sobre la terapia electroconvulsiva y la estimulación magnética transcraneal. Como directivo de la SEPC, continuaré abogando por un enfoque basado en la evidencia y por tratamientos que realmente puedan mejorar la vida de nuestros pacientes.
Si queréis saber más sobre las técnicas de neuromodulación, el próximo 27 de Septiembre, se celebran en Sevilla las II Jornada de Actualizaciones en Neuromodulación. Toda información sobre la misma: